Debido a las dificultades motoras que presenta Elena desde su nacimiento, las sesiones de terapia en el agua le resultan muy beneficiosas; ya que mejoran su coordinación y equilibrio; que precisamente es lo que necesita debido a la malformación en su cerebelo y médula.

Mi hijo Braulio Andrés lo pasa muy bien. Está súper activo, más avispado, tiene más movimiento, no para. Además de los beneficios que tiene, también se relaja mucho porque le encanta el agua. Estamos súper contentos y muy agradecidos.

“Nos hemos sentido desde el primer momento muy bien acogidos. Siempre nos sentimos como en casa. Hemos pasado por diferentes centros de terapias antes de conocer el de Fundación Lukas y siempre había resultado dificultoso para nosotros”

Me parece espectacular tanto las instalaciones como el personal con que cuenta la Fundación en general, y el centro de terapias en particular. El trato con los usuarios es exquisito. Solo tengo buenas palabras, y todo lo que diga es poco.

Que Isma esté en la casa de la Fundación Lukas es un regalo de la vida. Es una suerte increíble haber conocido a las personas que abanderan este proyecto. Demuestra que hay esperanza, que merece la pena luchar. Han logrado mejorar la vida de los usuarios y sus familias. Un ejemplo de funcionamiento que podría servir de espejo para otros proyectos similares. ¡Aquí la vida mola!